El tomate de Dénia es uno de los grandes protagonistas de la huerta local y un producto indispensable en la cocina mediterránea. Cultivado en tierras fértiles y bajo el clima privilegiado de la Marina Alta, destaca por su frescura, su jugosidad y su sabor equilibrado entre dulzor y acidez, cualidades que lo convierten en un ingrediente muy apreciado tanto por los agricultores como por los cocineros.
En la gastronomía dianense, el tomate brilla en su versión más sencilla —con un poco de sal y aceite de oliva—, pero también se convierte en base de ensaladas, guisos marineros, salsas y platos tradicionales que han pasado de generación en generación. Su versatilidad y calidad hacen de este fruto una pieza clave para entender la identidad culinaria de la ciudad.
El tomate es nutritivo, poco calórico y contiene grandes cantidades de vitamina C y ácido fólico, además de sus propiedades antioxidantes. En la Marina Alta no hay grandes producciones, pero si una gran tradición de cultivo familiar y recreativo.
Más que un simple ingrediente, el tomate de Dénia es un emblema de la huerta local y un reflejo del estilo de vida mediterráneo. Cada pieza concentra el esfuerzo de los agricultores y la riqueza de la tierra, ofreciendo al visitante la oportunidad de saborear la autenticidad de un producto que forma parte de la identidad gastronómica de la ciudad.
En nuestra zona destaca la preparación del popular «tomacat«.
